La Inteligencia Artificial (IA) está penetrando todos los entornos de la vida “real”. Ya se ven usos de la misma en las empresas, la banca, la industria de los videojuegos, la educación y ahora en la medicina.
Lo primero que hay que decir es que la IA es “la combinación de algoritmos y datos con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades o muy similares a las que posee el ser humano”, como lo define la empresa Claro.
En ese sentido, esa combinación de algoritmos se aplica en medicina en los estudios para tener diagnósticos más completos.
Con el uso de IA se pueden detectar ciertas patologías que no se pueden ver con estudios normales y que se logran pon pequeños márgenes de error.
El beneficio, según expertos, va en doble vía: para los pacientes, que tendrán mejores diagnósticos y, como consecuencia de eso, mejores tratamientos. Pero, también para los profesionales de la salud, porque según GE HealthCare, compañía provedora de tecnologías y análisis de datos, “contribuye a reducir la carga laboral de los trabajadores de la salud y a generar más eficiencia y confiabilidad en los tratamientos”.
Por otra parte, según cita la compañía, apostarle a la aplicación de IA contribuye en la reducción del personal médico que hay en el mundo.
¿Cómo funciona?
Ya dijimos que son algoritmos que se crean y permiten llegar a conclusiones, pero de manera más directa, como mencionan desde GE HealthCare, se pueden “interpretar radiografías, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas y otros datos de imagen médica con más rapidez y precisión, utilizando algoritmos de IA de última generación”.
Adicionalmente, se utiliza en el campo de las soluciones de mantenimiento predictivo, aquí “examinan los datos de rendimiento de los equipos y detectan posibles problemas en una fase temprana, mediante algoritmos de aprendizaje automático”.
Otro de los mecanismos para la implementación de la inteligencia artificial es en la evaluación de los datos del paciente en tiempo real en el transcurso de una cirugía o procedimiento médico y con el análisis de esos datos y su conversión en información práctica, se puede hacer “un análisis rápido de la situación”.
En concordancia con esos beneficios que desde la compañía destaca, GE HealthCare compró Caption Health Inc., una empresa privada líder en IA que crea aplicaciones para detectar enfermedades.
“Esta alianza permitirá que más pacientes gocen de la nueva tecnología en exámenes de ultrasonido en consultorios médicos, hogares y en lugares alternativos de atención, evitando potencialmente las hospitalizaciones y mejorando también los resultados clínicos”, mencionan.
Riesgos de la IA
No todos ven con buenos ojos el uso de IA en la “vida real”, porque como aseguró Elon Musk, el dueño de Twitter, “la IA es un riesgo para la existencia de la civilización”, no se sabe si a tal magnitud, pero podrían verse riesgos en la filtración de datos de los pacientes.
Política pública en IA
Colombia es uno de los países de la región que cuenta con una política pública en Inteligencia Artificial (IA).
En ese sentido, según se describe en el Marco ético, “la inteligencia artificial también puede generar efectos negativos en materia de desinformación, sesgos, discriminación, seguridad y afectaciones a la privacidad. Por consiguiente, surge una necesidad de asegurar una implementación ética y confiable de la inteligencia artificial en Colombia”. Además, se menciona que “los datos no deben utilizarse para causar daño”.
CLAUDIA M. QUINTERO RUEDA
Periodista de Portafolio